Capítulo tres.

3.- COMPITAMOS

-¿Dónde te habías metido? -salta Alex nada más verme entrar por la puerta- Estábamos preocupadas, hasta íbamos a llamar a la policía.

-Lo siento, salí un rato.

-¿A qué?

-Em a fuera... A tomar el aire, eso -miento.

-¿Segura?

-Claro... ¿Por qué si no?

-Pues porque Ryan nos ha dicho que te había visto salir con el vecino de al lado, un tal Harry.

-Oh... Harry si... Em bueno... El solo me había acompañado hasta la puerta, eso es todo, pura coincidencia, salí al mismo tiempo que él.

-Bueno ¿Y tú móvil? ¿Para qué sirve? Te hemos llamado antes de que llegásemos.

-Debió de ser cuando me estaba duchando, voy a verlo.

Cojo mi móvil y reviso las llamadas. ¡Será posible! Si el registro está en blanco, ni las llamadas de hoy, ni las de ayer, ni las de la semana pasada, ni las del mes pasado, ¡nada! Pero... Si no he tocado el móvil desde que fui a la ducha

-Se me ha borrado el historial, no la he visto.

-Bueno, dejadlo ya -interviene Lidia- la próxima vez avisa y ya está.

-Esperad un momento -digo saliendo del apartamento.

Cierro la puerta creando tal ruido que la vecina obesa, hortera y antipática de la puerta veintiocho, que espera a que el ascensor llegue, pega un salto del susto. Esta no se la perdono. Habitación veinte. Pico dejándome los nudillos en la puerta.

~Narra Harry~

Joseph me avisa desde el salón que han picado a la puerta. Me enrollo la toalla en la cintura y abro tal cual.

-Vaya veo que te lo has pensado mejor eeh -digo con una sonrisa al recibir tal visita.

-¡En tus sueños! -dice Abi entrando sin permiso.

-¡Oye! ¿A ti quién te ha dicho que entres? -protesto descaradamente, aunque con un tono sarcástico.

-¿Y a ti quien te ha dado permiso para coger mi móvil? -al pronunciarme estas palabras mi cara cambia de estado.

-Yo... Yo no he tocado tu móvil.

-No, que va, por eso no hay ni una llamada en el registro. Sólo has podido ser tú.

-Yo...

-Fiiiiu fiiiu -silva Joseph salvándome de la pregunta- ¿me vas a presentar a esta preciosidad?

-Genial, otro imbécil como tú -Abi pone los ojos en blanco.

-Mira Abi, si quieres estar en este piso, respeta -le digo con cara seria, aunque mi intención es hacerme el duro para salir de este marrón.

-Sobre todo a ti ¿no? Como tú me respetas a mí...

-Harry, harry, harry... ¿Qué has hecho ya? -pregunta Joseph chasqueando la lengua.

-¡Vete por ahí!

-Tranquil, ya me voy, los chicos me esperan. Llámame cuando acabes de pelearte con ésta muñeca -le guiña un ojo a Abi y sale de mi apartamento.

¡Qué coño hace guiñándole un ojo! No sé por qué, pero no me ha hecho gracia la manera como Joseph miraba y hablaba a Abi.

-¿¡Me vas a dar una explicación!?

-No tengo por qué responderte, me acusas de algo que no he hecho.

-Esto es el colmo...

-¿Qué?

-¡QUÉ TE ODIO! Maldito momento de llegar a Londres, maldito bloque de apartamentos, maldito ascensor que cruzó nuestros caminos, maldito ¡TODO! -empieza a chillar- maldito momento en el que te conocí, maldito tú, Harry joder, maldito tú... -empieza a aflojar el tono dejando caer una lágrima.

-Vale, vale, lo he pillado, me odias, pero ¿por qué lloras?

-Adiós, por hoy ya he tenido bastante -dice secándose las lágrimas- esto no termina aquí.

~Narra Abi~

Entro en mi habitación, cerrando el pestillo. A los pocos segundos mis tres amigas ya están suplicando que abra la puerta, sin embargo no las hago caso. Necesito estar sola y asumir lo que me está pasando. Al cabo de un rato empieza a sonar "Ler her go" de Passenger en mi móvil. Dani, mi ex. Paso de cogerlo. Estoy empezando a olvidarlo y después de todo me sigue buscando. Me voy a volver loca. Passenger deja de cantar, pero no tarda en volver a sonar.

-¡Podré vivir tranquila? –digo para mí misma.

*Conversación telefónica*

-¿¡Qué quieres!? ¿No te quedó claro que no te quiero volver a ver?

-A ver, pero no a escuchar.

-Dani… o cuelgas y me dejas en paz o te juro que me cambio el número.

-¿Tan rápido te olvidas de mí que nada más llegar a Londres ya te hechas novio?

-¿De qué coño me estás hablando?

-Tranquila que te estoy hablando bien eeh.

-¡Qué no tengo novio, joder!

-¿Quién es Harry? –no respondo. Ahí tengo la respuesta a lo que sospechaba- ¿Abi? –sigo sin responder- ¿hola?

*Fin de la conversación telefónica*

Pero ¡quién se cree éste! Ahora todo encaja. Dani me llamó, Harry cogió y borro el registro. Imbécil… A penas le conozco y ya se mete en mi vida. Ésta, se la pienso devolver.

Cojo una de mis libretas de estudio y arranco un papel. Alcanzo mi estuche y agarro el boli que tengo más a mano y empiezo a escribir: Hola, imbécil. Supongo que ya sabes quién soy. Lo he estado pensando y creo que podemos estar juntos, sin compromiso, solo para divertirnos, ya sabes a lo que me refiero... Esta noche, en tu apartamento, a las nueve en punto. Más te vale que lo prepares bien. Estaré allí puntual y guapa para ti.

-Muajajajajaja -empiezo a imitar una risa malvada.

Cojo la nota y la doblo un par de veces para poder guardarla en mi bolsillo del tejano que llevo puesto. Salgo de mi habitación y tal y como esperaba me han inundado de preguntas, nada más pisar el salón.

-¡Abi! ¿Por qué llorabas? -me dice Lidia, al mismo tiempo que todas me rodean.

-No, tonterías... -en este momento no se me ocurre nada mejor.

-Sabes que puedes contar con nosotras -insiste ésta vez Alex.

-Lo sé.

-¿Entonces?

-Solo es que echo de menos a mis padres y ya está, pero ya estoy bien.

-Bueno vale, ¿quieres ir de compras? Así te aireas un poco -dice Sara.

-Vale, me vendrá bien.

-Si no os importa, yo me quedo -dice Lidia- no me encuentro muy bien... -se la nota algo pachucha.

-No pasa nada, si necesitas algo llámanos.

-¡Que os divirtáis!

Cada una damos dos besos a nuestra amiga y salimos al pasillo para coger el ascensor.

-Em... Id bajando yo iré por las escaleras -Sara y Alex se miran entre ellas haciendo muecas raras.

-Y eso, ¿a qué es debido?

-No nada, solo que esta mañana el ascensor hacia ruidos y me da cosa.

-Vale señora delicada. Te esperamos a bajo.

-Ok.

Bufo por fuera expresando alivio. Hoy no hago más que decir tonterías. Las excusas ya se me van gastando y mis amigas parecen detectives con sus interrogaciones. Al fin y al cabo, he acabado saliéndome con la mía. Sin más remordimientos, cojo a lo que llamo mi venganza y cuelo el papelito por el agujero de debajo la puerta de Harry, y salgo corriendo por las escaleras.

-Ala, ya nos podemos ir -dice Sara.

Esperamos a que pase un taxi libre.

-Llévenos al Westfield Shopping Centre, por favor -se dirige Alex al taxista.

-Jajajajaja -reímos Sara y yo a ver la cara del taxista.

-Alex, westfield no se pronuncia así -digo mientras el taxista sigue mirándonos- al Westfield Shopping Centre, por favor -rectifico a Alex, mientras ésta se mantiene callada.

Tardamos unos diez minutos aproximadamente. No está, muy lejos. Ahora que ya sabemos dónde está, podemos ir andando cuando queramos. Aquello es enorme. En la parte central hay una gran fuente de colores rodeada de tiendas de ropa como Bershka, Zara, Stradivarius, Brandy Melville, Shana... Cogemos un mapa de papel del centro comercial para guiarnos.

-¿Vamos a desayunar al Starbucks de la planta de arriba?

-Mejor lo dejamos para lo último, así le llevamos uno a Lidia.

-Es verdad.

~~~~

Salimos del centro comercial con dos bolsas cada una y un frappuccino para Lidia –su favorito.

-¡Chicas, chicas! Mirad, ¿veis al chico de allí?

-¿El de la gabardina? -pregunta Alex.

-No hombre, no. El de los tejanos y la camiseta verde.

-Ahh si, ¿el buenorro de allí?

-Em… si… -digo insegura de lo que digo, pues sé que Harry atrae físicamente, pero…- ese, ese.

-Es Harry, el vecino y Abi está coladita por él -dice Sara, burlona.

-Si ¿¡Y qué más quisiera?! No lo llaméis por favor.

-¡HARRY! -grita Alex.

-Demasiado tarde -responde Sara mientras Harry se acerca a nosotras sonriendo.

-Pero ¿qué coño has hecho? -digo mirando a Alex con cara de asesina y pellizcándola a la mano disimuladamente.

-Lo que estabas deseando –aparta su mano de la mía, mientras sonríe al ver que a Harry le quedaban dos pasos para llegar a nosotras.

-Hombre… cuánto tiempo ¿no? –dice Harry mirándome seriamente- hola chicas –dice esta vez sonriente dirigiéndose a Alex y Sara- Soy Harry, y tú eres…

-Alexia, pero llámame Alex –dice ésta guiñándome un ojo.

-Y a ti ya te había visto, sin embargo no sé cómo te llamas.

-Se llama Sara, y son mis amigas, si no te importa, nos vamos –digo forzando una sonrisa falsa.

-Se os ve cargadas, si queréis os llevo en mi coche.

-Pues nos harías un favor, esto pesa mucho –se me adelanta Alex.

-Pues vamos, hay un amigo esperando en el coche, pero cabemos todos perfectamente.

-Gracias –dicen Sara y Alex al unísono mientras empiezan a andar, sin embargo yo, me quedo en el mismo sitio con las bolsas en el suelo.

-Abi, ¿qué haces? Corre, ¡ven!

-No me pienso subir en ese coche.

-¡Deja de decir tonterías y ven! –replica Sara.

-Dejadla chicas, de esto me encargo yo –dice Harry, tocándose el labio inferior. Dios mío, ¿por qué es tan guapo y tan imbécil?

Se acerca a mí y sin esperarlo, me coge, dejando caer todo mi cuerpo en su espalda y mis piernas en su pecho. No he podido evitar mirar su trasero, pues me ha tocado tener la cabeza en frente. Cuando por fin reacciono escucho las risas de mis amigas y empiezo a patalear.

-¡HAAAAAARRYYYYYYY! –grito mientras le pego en la espalda- ¡Suéltame!

-De eso nada, tú te vas a subir a mi coche.

-No me voy a subir al coche, seguro que está tan asqueroso como tu interior.

-Vamos… si no te puedes resistir a mí. Finges hacerte la dura, pero sabes que te encanta mi culo, no has dejado de mirarlo ni un momento.

-Serás…

-Calla y siéntate –dice abriendo la puerta copiloto de su coche.

Genial, encima me tengo que sentar a delante con él. He visto que el mismo chico que el otro día salía del asiento dónde Harry está intentando dejarme quieta, al parecer me ha cedido el sitio y va atrás, sentado entre Sara y Alex. Diría que está intentado ligar con Sara, o mejor dicho, con las dos. Dejo de moverme, pues ya me estoy cansando, Harry me ata el cinturón.

-Harry tres, Abi dos –chasquea la lengua al mismo tiempo que me guiña un ojo y cierra la puerta.

-Ah, con que ahora es una competición –espero a que entre al coche.

-Sí.

-Pues compitamos.